Cómo cuidar tu moto nueva
El momento de estrenar una moto nueva es emocionante. Para que ese sentimiento se prolongue en el tiempo, deberás ser extremadamente cuidadoso con ella, y someterla a controles periódicos.
Cuando estrenas moto, automáticamente se convierte en la niña de tus ojos. Los buenos propósitos nos hacen pensar que se mantendrá reluciente y como nueva durante años. Pero no todo puede quedar en propósitos: los cuidados no deben decaer.
Por eso, os contamos cómo podéis cuidar vuestra moto, prolongando su vida y su buen aspecto.
Los puntos débiles de una moto
Una moto, exactamente igual que un coche, precisa de cuidados específicos. Por eso, es imprescindible someterla a una revisión anual completa. Es recomendable que siempre sea un especialista quien lleve a cabo esa revisión de la moto, para que pueda chequear tanto el motor como la carrocería y los neumáticos.
El aceite
El cambio de aceite es un punto fundamental en el cuidado de una moto. Por eso, cada 5.000 o 10.000 kilómetros de rodaje habrá que renovarlo.
Dependiendo del modelo de la moto que sea, este cambio de aceite habrá que hacerlo con mayor o menor frecuencia. No obstante, lo normal es hacerlo con la revisión anual.
Los neumáticos
En la moto es igual de importante que en el coche: los neumáticos hay que mirarlos con lupa. Hay que estar atentos a que no tengan grietas, huecos, roturas ni un desgaste desproporcionado.
En cuanto los neumáticos estén desgastados, habrá que sustituirlos por unos nuevos. Recuerda que si las ruedas no están en buenas condiciones, tu moto puede perder agarre y terminar teniendo un accidente.
Las pastillas de freno
El mantenimiento de las pastillas de los frenos es muy importante. Y es que de su correcto funcionamiento depende nuestra seguridad. Se recomienda hacer una revisión cada 10.000 o 15.000 kilómetros, dependiendo de tu ciudad y de tu forma de conducir.
Recuerda que si la ciudad por la que circulas tiene más pendientes, tendrás que hacer la revisión a los 10.000 km.
Cuando a las pastillas de freno le quedan 2 milímetros o menos de parte activa, es aconsejable cambiarlas.
El filtro de aire
Las pastillas de freno no son el único elemento que hay que revisar cada 10.000 km. Lo mismo le pasa al filtro del aire, que habrá que limpiarlo regularmente para evitar que se ensucie el motor.
Igualmente, si en la zona en la que circulas hay demasiado polvo o suciedad, cada semana tendrás que limpiar el filtro.
El aceite de la horquilla
Este es el elemento que hace que la moto amortigüe más eficientemente. De ese modo, se previene que los desniveles de la carretera o los golpes la estropeen. Igualmente, lubrica todos los componentes cuando la moto esá en marcha.
El líquido refrigerante
El líquido refrigerante es el encargado de proteger el motor durante el calor del verano y las heladas del invierno. Hay que cambiarlo cada dos año aproximadamente, aunque si somos de los que damos mucho uso al vehículo, habrá que hacerlo con más frecuencia.
La cadena
Habrá que tenerla siempre tensa y engrasada. No obstante, la cadena de una moto es uno de los componentes que más dura, puesto que puede aguantar hasta 30.000 kilómetros sin reemplazarla. Por eso, será suficiente con ver su estado en la revisión anual.
La batería
La vida útil de una batería de moto suele ser de unos dos años. Pasado ese tiempo, es recomendable reemplazarla, simpre con un mecánico de por medio.
Recuerda que durante el invierno hay que cargar la batería con regularidad para evitar que se vea afectada por las heladas.
Las bujías
Habrá que someter a las bujías a una revisión cada 6.000- 12.000 kilómetros. No obstante, no se trata ni mucho menos de uno de los factores que más problemas puede dar en una moto.
Siguiendo estos consejos, conseguirás que tu moto nuevas tenga una vida mucho más larga.
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