Al volante, toda precaución es poca. Aunque eso ya lo sabes y no te viene de sorpresa. Sabes que no se debe hablar por el móvil, circular sin el cinturón de seguridad o con cascos… Pero ¿qué pasa con la comida? Pues bien, parece ser, según un estudio de la Universidad de Leeds, que comer al volante es más peligroso incluso que hacerlo hablando por teléfono o después de haber consumido alcohol, según leemos en Motor.es.
«La reacción del conductor se incrementa un 44% si consume alimentos mientras conduce», asegura este estudio. Es lo que tiene estar más pendiente del propio alimento que de la carretera.
Este mismo estudio deja patente que hay conductores que no ven el problema en conducir y comer a la vez. Es más, un 47% aseguraba que lo hacía de manera más o menos regular. De ahí la importancia de defender la necesidad de conducir con las dos manos al volante. «Actividades que implican tomar el volante con una sola mano, como comer o beber, causan distracción, particularmente cuando el conductor quita sus ojos del camino para alcanzar o separar los elementos», asegura la profesora Samantha Jamson.
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