Se puede tener despistes o hacerse los despistados cuando se trate de esquivar las multas de tráfico pero estaba claro que a esta viguesa de 33 años no le sería fácil pasar inadvertida y es que en cuatro años había llegado a acumular multas de tráfico que sumaban la escandalosa cifra de casi 17.000 euros. Sin embargo y para su alivio no tendrá que abonarlas.
Las cuatro o cinco primeras multas de tráfico de la ORA que le notificaron decidió conscientemente no pagarlas. «No tenía la edad que tengo ahora y reconozco que hice mal, que fui de sobrada», se justifica. Las siguientes sanciones que le impusieron se produjeron tras un cambio de vehículo y una mudanza a otro piso y ya nunca le llegaron a su nueva dirección. Este hecho le ha salvado de tener que desembolsar una gran cantidad de dinero, al declarar un juez la nulidad de las sanciones al no notificarse en el domicilio correcto.
Tras su auténtico calvario que ha tenido un final feliz, la joven se muestra molesta con el trato recibido por el Ayuntamiento al considerar «que no le facilitaron las cosas» y aunque considera que no lo hizo bien, siente que se mantiene más dureza con «los que aparcan en la zona azul que con los que conducen borrachos».
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