Trucos para evitar multas por exceso de velocidad

No sería de extrañar que después de un viaje nos llegue a nuestra casa a los días la notificación de que en un punto concreto de la carretera rebasamos los límites de velocidad y fuimos pillados. Por muy prudentes que seamos con los actuales baremos y los radares custodiando cada esquina, es difícil no contar en el expediente con alguna sanción por la velocidad. El resultado: una multa que si bien pagamos en los primeros días contará con la pertinente reducción. Sin embargo si queremos evitar a toda costa ser sancionados por sobrepasar los límites de velocidad, aquí presentamos una serie de trucos prácticos.

1. Conocer la velocidad real de nuestro coche

El velocímetro de cualquier automóvil marca una velocidad ligeramente superior a la real por lo que se necesitará un cronómetro y seguir una serie de pasos. En primer lugar habría que buscar un tramo de autopista despejado y mantener por ejemplo una velocidad constante de 100km/h. Una vez que el coche lleve esa velocidad constante y justo cuando pase a la altura de un hito kilométrico -la señal que indica cuál es el km de la carretera-, poned el cronómetro en marcha y detenedlo cuando alcancéis el siguiente. Con ese tiempo ya se puede calcular la velocidad real: dividiendo los metros recorridos entre los segundos tardados para posteriormente multiplicar el resultado que nos dé por 3,6 -margen de error habitual de los velocímetros- y tendremos la velocidad real.

2. Localizar en el recorrido la existencia y puntos concretos de radares

3. Convertir tu GPS en anti-radar u obtener algún dispositivo que te avise incluso de los radares ocultos.

4. Usar el control de velocidad del coche

Dispositivo, común en coches de menos de tres años, que te permite a través de un mando elegir una velocidad y mantenerla sin que tengas que preocuparte de pisar el acelerador o el freno.

Estos consejos unido a la prudencia de respetar los límites establecidos por la propia seguridad de la persona, pueden ser grandes aliados contra la imposición de las fastidiosas multas por exceso de velocidad.