Si por estar parado en un semáforo se cree un conductor con la garantía de estar libre de multas de tráfico y usa indistintamente el móvil, está equivocado y esta imprudencia con un coche de la policía cerca le puede salir cara. Una consecuencia para la que también ofrecemos posibles soluciones.

La  prohibición del móvil al volante engloba todas las situaciones en el Código de Circulación. El hecho de estar en el típico atasco y estar pendientes de esta tecnología no es una inocente actuación y dependiendo de si se tiene la mala suerte de ser pillado por un policía, se podrá o no escapar de la multa de tráfico. Pero para los casos en los que el destino pone todo en nuestra contra, también se cuenta con posibles soluciones.

Lo primero que se tiene que tener en cuenta es que hay que partir de que el uso del móvil y el coche son incompatibles si no se hace por medio de dispositivos adaptados tales como manos libres para tener las mínimas distracciones en carretera y ciudad. Por lo que la medida más eficaz para nunca vernos en una multa de tráfico de este tipo es dejar las llamadas y WhatsApp para el momento en el que lleguemos a nuestro destino o hagamos una parada técnica.

Cómo podemos librarnos

En caso de ser impacientes y por ello imprudentes y somos interceptados por un policía o agente estamos en una situación complicada dada que estos tienen presunción de veracidad y salvo que presentamos unas pruebas convincentes es difícil que logremos conseguir el objetivo. La clave estará en presentar la facturación telefónica donde se demuestre que en ese momento no hacíamos ninguna llamada y por supuesto tampoco recibíamos nada entrante.

De esta forma se garantiza que aunque estuviésemos parados el móvil no estaba en nuestras manos o no se hacía ningún uso de él. El hecho de no presentar movimiento no quiere decir que tengamos excusa para distraernos al volante. Sentarse frente a él siempre conlleva riesgos.

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