Por pequeño que parezca el detalle, el control sobre los elementos de los vehículos no se escapa a los ojos de los agentes. Entre sus especialidades y ante el desconocimiento de los conductores, se pone empeño en el estado de los neumáticos, motivo que en la actualidad está generando elevadas cifras en multas.
Los neumáticos no pueden estar en malas condiciones. Eso lo sabemos y valoramos su importancia de cara a la seguridad vial, sin embargo ciertos detalles como los dibujos en las ranuras pueden parecernos nimiedades y por contra suponernos una elevada multa de tráfico. Un control que en este tiempo y animados por constantes campañas de seguridad se ha incrementado y con ello las sanciones que le acompañan.
Profundidad Mínima
Para no llevarnos sorpresas o incluso la inmovilización del vehículo se tienen que conocer las condiciones mínimas de utilización de los neumáticos. Estas pasan por controlar los dibujos de las ranuras. Su profundidad mínima de dibujo está por debajo de los 1,6 mm, según nuestra legislación todo lo que sea inferior a esto pone en peligro la seguridad y será un motivo más que suficiente para no pasar la ITV.
Los neumáticos tanto si son nuevos como si han sido en un momento puntual renovados, no deben presentar ampollas, grietas o deformaciones anormales que evidencien el despegue de alguna capa o de la banda de rodamiento. El cuidado minucioso de estas características es vital no sólo por motivos de multas de tráfico, sino por implicar riesgos importantes en la seguridad.
Por ello y atendiendo a la cuestión económica, el hecho de incumplir las condiciones reglamentarias circulando con los neumáticos en mal estado, estaremos incurriendo en una infracción castigada con multas de 200 euros que se multiplica en función de los neumáticos que presenten mal estado. En los casos más extremos se puede considerar y elevar la sanción a conducción temeraria si se llevan más de tres neumáticos en mal estado y elevándose sustancialmente en este caso las sanciones.
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