Ser peatón implica cada vez más papeletas para ser también otro foco de atención con las multas de tráfico. Lejos del peligro y cada vez el comportamiento más sancionable de cruzar utilizando el WhatsApp sin prestar atención al alrededor, existen otros motivos casi sin justificación y de los que todos hemos participado o sido testigos y que pueden ser objeto de multa… aunque cuestionable.
Con un precio de 200 euros, un peatón ha visto como una acción de lo más inocente le salía bien cara. El lugar esta vez no nos lleva a ningún país extranjero y la rareza de la multa procede de territorio nacional, en concreto en una calle de Valencia. Sin salir de su asombro una transeúnte caminaba por una vía valenciana cuando se topó con una fila de coches que esperaban para entrar en un párking, ¿qué hizo?, pues hacerse paso entre ellos, como seguramente estaríamos pensando cualquiera de nosotros.
Sin embargo un coche patrulla la interceptó terminada esta acción y la llevó detenida a la comisaría. Se la acusaba de desobediencia a la autoridad, dado que los agentes mantenían que se encontraban regulando la entrada de coches a un aparcamiento privado y que le hicieron señas para que se detuviera pero la mujer hizo caso omiso.
Recurrir la multa hasta el final
Por su parte este peatón afectado, mantenía que no se dio cuenta de tales señas y que al igual que ella varias personas también sortearon los coches, pero sólo ella fue la multada y trasladada a la comisaría. Una multa extraña y con cierto interés recaudador que este peatón quiere defender dispuesto a llegar a tribunales europeos, para no crear un nuevo precedente que se justifique como sanción de valor.
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