Conducción a bajas temperaturas
En las fechas que vienen, tras las navidades, el invierno se hace muy duro y, en ocasiones, nos toca conducir con hielo en las carreteras, nieve o niebla lo que dificulta el manejo del coche.
Si sigues estos consejos conseguirás un mejor manejo en las situaciones adversas que nos pone el invierno cuando conducimos. ¡No te las pierdas!
Conducción con hielo y nieve
Cuando conducimos en invierno podemos encontrarnos con heladas y nos veremos en la situación de tener que superar una placa de hielo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la temperatura que hay fuera de nuestro coche y, para ello, nuestro coche dispone de un termómetro. Los niveles a los que la carretera se hiela es a menos de 3℃.
Las carreteras no suelen estar totalmente heladas pero sí podrás encontrar placas aleatorias en ciertos tramos. Para superarlas, debemos circular con marchas largas y tenemos que tener especial cuidado cuando circulamos sobre umbrías y puentes.
La calzada nos va a dar pistas, cuanto más brille el asfalto, más helada suele estar la carretera. Si finalmente debes superar una, retira el pie del acelerador y mantén la calma. El coche perderá la adherencia y el control por un momento.
Con nieve debe moderar la velocidad, llevar cadenas o neumáticos de invierno y seguir las marcas de la nieve de los coches.
[woorousell id=»49056″]Conducción con niebla
Otra de las adversidades del invierno cuando utilizamos el coche es la niebla.
Es imprescindible cuando conducimos con niebla que enciendas el piloto trasero y los faros antiniebla y siempre apagarlos cuando la niebla se diluya. Esto no va a hacer que nosotros veamos más pero sí hará que los demás coches nos visualicen.
Las luces largas no serán nuestras amigas ya que se ve peor, por lo que impedirá que veamos bien las líneas de la carretera. Además, deberás reducir la velocidad para poder reaccionar de manera más rápida.
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