El abandono de UE por parte del Reino Unido tiene afectaciones en las sanciones por exceso de velocidad. Una consecuencia más del Brexit.

El control de las multas de tráfico se verá seriamente afectado

La culminación de la salida del Reino Unido de la EU a inicios de año viene acompañada de un sinfín de afectaciones a todos los niveles, tanto para el propio antiguo estado miembro como para los que lo siguen siendo. Las consecuencias abarcan términos muy variados entre los cuales se encuentra el propio sistema de control de multas de tráfico.

Y es que la situación ha cambiado en este ámbito y la UE tendrá ahora más difícil lograr que los residentes del aquel estado acaben pagando las sanciones de tráfico generadas a causa de los radares de velocidad de sus países miembros. El motivo principal es que la directiva (UE) 2015/413, por la que se facilita el intercambio transfronterizo de información sobre infracciones de tráfico en materia de seguridad vial, deja de afectar al Reino Unido.

Control en Europa de todas las multas por exceso de velocidad

Esta directiva, introducida hace menos de seis años, es la que permite actualmente a cualquier país de la Unión Europea poder sancionar por exceso de velocidad al conductor de cualquier vehículo matriculado en otro estado miembro de la entidad.

A causa del Brexit, con el Reino Unido fuera de la Unión, sus vehículos dejan de estar registrados para ser perseguidos administrativamente cuando la infracción haya sido registrada por radares sin notificación instantánea por parte de las autoridades.

Más de 500.000 conductores del Reino Unido son “cazados” cada año por los radares situados en las carreteras francesas

Esta situación no es precisamente poco significativa, pues supondrá una reducción importante de ingresos para las arcas públicas de todos los países en los que un vehículo matriculado en Reino Unido cometa una de estas infracciones. Si no se crea un acuerdo inminente en este sentido, de todos los estados miembros el que probablemente se verá más afectado es Francia, debido a su transitada frontera por carretera.

Y es que más de medio millón de conductores del Reino Unido son “cazados” cada año por los radares situados en las carreteras galas. Se estima que la cuantía de esas sanciones rondaría los 60 millones de euros, una cifra con la que el gobierno francés podría dejar de cobrar, al menos por el momento.

El Reino Unido tampoco podrá controlar las multas por esceso de velocidad

Obviamente, esta situación es de doble dirección, por lo que el Reino Unido tampoco podría cobrar por ahora ninguna multa por exceso de velocidad a conductores de vehículos matriculados en países miembros de la UE. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta circunstancia hace referencia solo a cuando no hay notificación inmediata por parte de las autoridades.

Los agentes de algunos países pueden exigir a los conductores que no tengan domicilio demostrable en su territorio el pago de la multa en el acto. Por tanto, el fin de la comentada directiva europea a causa del Brexit no supone una afectación a cualquier multa por exceso de velocidad, solo al hecho del traspaso de información entre países.

Los agentes de algunos países de la UE pueden exigir a los conductores sin domicilio en su territorio el pago de la multa en el acto

Cabe destacar que las autoridades francesas y británicas están actualmente buscando llegar a un acuerdo bilateral para normalizar la situación y que se retome una colaboración similar a la que existía en este ámbito hasta el pasado 31 de diciembre.

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