Si creíamos que el gasto en radares Pegasus se había terminado por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT), estábamos completamente equivocados y en un intento de seguir fortaleciendo los controles, se ha formalizado ya la compra de dos nuevos dispositivos para estos particulares helicópteros, que estarán operativos en el primer trimestre del año.
La flota de los radares Pegasus se hace cada vez más grande y el aumento en este caso se debe, a dos nuevas incorporaciones (a los 8 existentes), que se integrarán al control desde el cielo para antes de Semana Santa, según los peores pronósticos. Un momento que no está seleccionado al azar y que busca incrementar la recaudación, en una fecha clave para que se cumpla la mítica fórmula de más desplazamientos, radares y control en las carreteras, para más multas.
El objetivo con estas dos nuevos radares Pegasus, que suman ya 10 en total, es que cada helicóptero de Tráfico disponga de estos dispositivos último modelo para el control, restando ya sólo dos, para completar el cometido, al estar compuesta esta flota aérea por 12 naves. Una actividad que se centrará principalmente en las carreteras secundarias, tal como hasta el momento se viene haciendo, aunque en ocasiones puntuales también se extiende a vías rápidas, en función del control y fechas.
El ojo que ve excesos de velocidad, maniobras y distracciones
El principal cometido de este potente radar que tiene un gran peso económico, pero que cubre sobradamente las expectativas de Tráfico a la hora de recaudar con multas de tráfico, es la captación de excesos de velocidad de media superiores a 30 kilómetros por hora, aunque también se ha hecho fuerte y experto con el tiempo, en reflejar las grandes distracciones al volante y maniobras peligrosas que se producen en las carreteras.
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