Sin entender excepciones y utilizando la norma como abuso, se ha levantado una gran polémica ante la multa de velocidad impuesta a un camión de bomberos cuando estaba de camino, en plena emergencia. La denuncia ha sido puesta por el sindicato CSIF, reclamando la rigurosidad con la que la Dirección General de Tráfico (DGT) multa sin atender a razones.
Las redes sociales han sido las encargadas de caldear el ambiente, ante una inesperada situación que sucedió este fin de semana. El protagonista, un camión de bomberos de Granada, que tras recibir una emergencia se puso en camino para apagar un fuego en el municipio metropolitano de Churriana de la Vega y su pecado: no respetar los límites de velocidad.
Una infracción que no iba a pasar desapercibida para el radar fijo, ubicado en la carretera que une la capital con Las Gabias y que captó al vehículo de emergencia, circulando a 83 km/h en un tramo cuya velocidad máxima responde a 60 km/h. Llegado a este punto y atendiendo a que estamos ante una situación de emergencia y un vehículo especial, ¿no tendría que predominar la necesidad?
¿Multa excesivamente rigurosa?
Precisamente de eso se queja el CSIF, que aunque la norma permite a servicios de emergencia superar los límites en casos justificados de urgencia, se aproveche el peso de la multa y los radares para incrementar la recaudación aún sabiendo esta teoría.
«Un bombero cuando sube a su camión de emergencia debe poner sus cinco sentidos en la conducción y no puede ir pendiente de si le van a multar por no cumplir alguna norma», así han manifestado en el comunicado. Una polémica multa de velocidad si además se tiene en cuenta que el camión de bomberos circulaba con las señales luminosas, aunque esto no sirviera para que el radar discriminase la infracción.
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