Un incremento de sanciones, consecuencia de la crisis económica que hace no sólo que los conductores retrasen la revisión anual de sus vehículos, sino también que caigan las matriculaciones existiendo cada vez coches con más antigüedad en las carreteras.
La época estival suele ser en la que mayoritariamente se producen la mayor parte de las inspecciones técnicas de vehículos. Unas revisiones que cada vez con más picardía y riesgo muchos conductores se saltan para intentar que no se descubran los achaques que muchos de estos vehículos sufren silenciosamente. Esto ha hecho que las multas con motivo de conducir con la ITV caducada se disparen, objeto de máxima preocupación para la DGT.
La fuerte caída de las matriculaciones pone en evidencia que aunque se cuente con ayudas tales como el Plan PIVE y sus segundas y terceras partes, los conductores se resisten a renovar sus antiguos vehículos. Una situación que refleja aún a disgusto de lo deseado por la DGT, como los coches de más de diez años se hacen los dueños de las carreteras y lo que es más grave, muchos de ellos sin pasar la ITV.
Circular con la ITV caducada en el caso de las carreteras de la región de Castilla León se ha cobrado 18.212 multas en los conductores, lo que ha supuesto un incremento más que notable de las 1.477 sanciones por este motivo que se contabilizaron en el año 2008. Unas cifras que demuestran cómo la crisis ha afectado a las economías domésticas que alargan la vida útil del automóvil antes de comprarse uno nuevo.
La antigüedad del parque automovilístico
Esta antigüedad es el principal motivo que degenera en averías y fallos que los conductores a toda consta quieren tapar de sus vehículos. Un peligro para la seguridad vial así como también un importante riesgo económico porque la multa por circular con una ITV desfavorable o caducada es de 200 euros que se incrementarían en 500, pérdida de puntos o incluso la retirada del permiso si se pone en peligro al resto de conductores por no acudir a tiempo a la inspección técnica.
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