El momento crucial en el que toca pasar la prueba práctica del carnet de conducir, sabemos que no es fácil para ningún aspirante. Los nervios fundamentalmente son los responsables de la mayor parte de nuestros errores, aunque también existen malas prácticas que desde el punto de vista de un examinador, pueden impedir que llegue el deseado aprobado.
Las complicaciones del examen de conducir siempre las hemos analizado desde distintas perspectivas y ahora gracias al trabajo de ABC se ha logrado obtener una visión más difícil, pero la determinante para pasar el límite entre aprobar y suspender. La perspectiva de un examinador, el encargado de dar la última palabra y contra quien proyecta todo su odio u amor el examinado, nos deja una serie de claves muy a tener en cuenta que se valoran especialmente para superar el examen de conducir.
1. Dar un número suficiente de clases
El hecho de intentar gastar menos y más con la dureza de la crisis, hace que muchos aspirantes a conductor limiten mucho el número de clases de conducir. Esto finalmente se ve reflejado en la prueba, dado que en directo siempre se pierde destreza y el que lleva el manejo con alfileres, enseguida será descartado para el aprobado, tal como revela Jose Carlos Holgado, examinador y coordinador del centro de exámenes de Móstoles.
2. Obviar la seriedad del examinador
Por lo general los examinadores no frecuentan dar mucha conversación a los futuros conductores. Una realidad que ha generado numerosas leyendas acerca del carácter de estos profesionales sobre los que se tiene un respeto desmedido. Estos se limitan a tomar notas, dar indicaciones y a estar atentos a toda maniobra que sea susceptible de ser una falta. «No es que seamos más o menos simpáticos o que estemos enfadados permanentemente», indica Jose Carlos Holgado, simplemente su función se basa en dar instrucciones con «la máxima claridad evitando distracciones innecesarias al alumno». La idea es «imponer» para beneficiar a los aprendices aunque «se piense lo contrario».
3. Corregir los malos hábitos desde el principio
En los exámenes de conducir, mayor complejidad presentan aquellos examinados que han utilizado vehículos antes o que tenían ciertas ideas y destrezas en la conducción. La enseñanza a este colectivo es más complicada y normalmente ellos mismos y ciertas normas o vicios aprendidos, pueden ser responsables en última instancia de su suspenso. Esto les lleva a insistir tal como relata este examinador, en que «se fíen y dejen aconsejar por los profesionales» para no caer en suspensos por excesiva confianza en uno mismo.
4. Conocer las rutas
Aunque resulte muy obvio y prácticamente todas las autoescuelas conducen en un momento u otro a sus alumnos hacia las zonas de posible examen para dar más confianza, muchos examinados no se toman con suficiente calma y recelo los lugares que posteriormente pueden ser determinantes en su examen. Conocer las rutas, los trucos y pequeñas dificultades o trampas darán no sólo más confianza a la hora de afrontar el examen, sino también una buena ventaja respecto a la idea de examen de los propios examinadores.
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