Si con los últimos cambios en la Ley de Seguridad Vial muchos creían que el movimiento #novullpagar podría apagarse, es que no conocen la fiereza con la que esos conductores defienden sus intereses. El hecho de que se autorice a los empleados de peajes a poder imponer multas como si tuvieran la potestad de un agente de tráfico, no les ha rebajado los ánimos y de nuevo actúan con contundencia.
Para ello utilizan cada vez medidas más llamativas, como la empleada por dos conductores de #novullpagar que se encadenaron delante de la Consejería de Interior como protesta al pago de unas multas que consideran del todo ilegales. Tanto Josep Casadellà como Robert Garrigós se niegan a pagar las sanciones que se les impusieron en un peaje catalán el pasado año y que ahora con la entrada en vigor de las modificaciones de la Ley de Seguridad Vial, se les obliga a pagar. Su argumento se basa en que la multa es ilegal porque las acciones tuvieron lugar antes del 1 de enero de 2013 en donde no había una ley concreta que prohibiese esta práctica.
Pretenden con esta acción tan llamativa, que esos expedientes se archiven sirviendo de justicia y de ejemplo para otros muchos conductores que deben de estar en la misma situación. Un ejemplo más de que este movimiento no sólo sigue vivo sino que ahora pelea con más fuerza contra la Administración.
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