Las elecciones pueden cambiar las políticas que hasta el momento se habían seguido y con el objeto de atraer el voto, poner patas arriba hasta la misma línea seguida por el propio partido político. Un claro ejemplo de ello, es el cierre del tráfico del centro de Madrid, ahora objeto de polémica y de desacuerdo por parte de la candidata para el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre.
Sin aclararse ellos mismos dentro del partido y buscando en este caso la atracción del voto ciudadano, Esperanza Aguirre, como posible candidata a la alcandía de Madrid, ha declarado recientemente que no está de acuerdo con las restricciones del tráfico del centro de Madrid. Unas restricciones que se han visto ampliadas en el tiempo por parte del mismo partido político, primero tenidas en cuenta, Alberto Ruiz-Gallardón y ahora sucedidas por Ana Botella.
Desde un principio este partido ha apostado no sólo por el cierre del tráfico en el centro de Madrid, sino por hacer más amplias esas restricciones, incluyendo los barrios de Sol y Palacio, a los de Cortes y Embajadores. Estas murallas impuestas para la circulación y aparcamiento que tan polémicas resultan en el madrileño Barrio de las Letras y que tantas multas de tráfico cuestan a los conductores, podrían ahora contar con más concesiones en vez de tomar como nuevo objetivo ampliar las APR (Áreas de Prioridad Residencial), tal como ha anunciado en campaña Esperanza Aguirre.
Maniobra política
Una maniobra política que busca más concesiones para la circulación por el centro de Madrid, sin olvidar el fomento del uso de bicicletas y coches eléctricos para cumplir con el Plan de Calidad del Aire. El eterno juego con los ciudadanos que finalmente luego son los que terminan multados.
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