El precio del seguro del coche
Casi todos hemos oído alguna vez que el seguro del coche es más caro si éste es de color rojo que si es de alguno más neutro, como el blanco. Quienes lo dicen, aseguran que es porque los propietarios de coches rojos «son más temerarios».
Ni la Muralla China se ve desde el espacio, ni Walt Disney está congelado ni el seguro del coche es más caro en función del color. Son todas leyendas urbanas, que se han extendido como la pólvora a pesar de ser inciertas.
Por eso, podemos afirmar que el color del coche no influye en el precio del seguro. Lo que influye son otros elementos, que pueden marcar grandes diferencias.
De qué depende el precio del seguro
Una vez tenemos claro que el precio del seguro del coche no depende del color, podemos determinar qué factores sí influyen en la prima.
Los principales parámetros a tener en cuenta serán la experiencia y edad del conductor, las características del vehículo y el historial como conductor del titular.
Y es que a los conductores noveles el seguro del coche les saldrá mucho más caro que a aquellos que tienen más experiencia. Tanto es así, que según un estudio del coparador Kelisto un conductor de 18 años pagaría por el seguro del coche un 145% más que uno de 40 años.
Igualmente, será trascendental el historial del conductor. Obviamente, si ha tenido accidentes o ha perdido puntos del carnet, el precio del seguro será más alto que si no.
Y aunque parezca increíble, hay otros factores que también influyen en el precio del seguro del coche. Algunos son el estado civil, la profesión, si el coche duerme en garaje o no o la localidad de residencia.
De dónde viene la leyenda del color rojo
Aunque ya hemos explicado que no es más que una leyenda urbana, lo cierto es que tiene una base real. Y es que está demostrado que el color del vehículo influye en la seguridad al volante. Esto se debe a que, obviamente, hay colores que se ven más que otros, y ser visto en la carretera es imprescindible.
Así, el color negro, al absorber mucha luz y ser menos visible de noche, sería menos seguro. Con el blanco ocurriría exactamente lo contrario.
Por cierto, hay que terminar apuntando que aunque el color no influye a la hora de pagar el seguro del coche, sí influye en el concesionario. Tanto el color como el tipo de pintura serán determinantes a la hora de ponerle precio al coche. Los metalizados serán más caros, y los blancos, lo más baratos.
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