Las multas de la ORA se han convertido en un auténtico objeto de persecución para los conductores. La vigilancia intensiva, los métodos telemáticos y el arsenal de controladores al acecho son buena garantía de ello. Sin embargo cuando aún con todo esto alguien se arriesga en aparcar sin respetar la zona verde y azul puede provocar reacciones inesperadas. Atención a la foto, tiene trampa.
En su cometido por controlar con verdadero celo, que nadie aparque sin distintivo o se pueda pasar un minuto de la hora pagada, podríamos considerar a los agentes controladores de la ORA como omnipresentes. Cuentan con el poder especial de llegar en el momento más inoportuno y sin atender a explicaciones, plantar la multa en el parabrisas dejándonos con cara de pócker y aún jadeantes de la carrera.
Este sería el método tradicional, al que estamos acostumbrados, pero en Nueva York, han decidido dar un paso más. Con un golpe de autoridad, prácticamente en el sentido más literal, han querido que los viandantes vean que no hay peso más fuerte que el de las autoridades, aunque ésta no tengan presunción de veracidad.
Golpe de autoridad para los malos aparcamientos
Por ello, en una calle de la ciudad de los rascacielos, han decidido paralizar un momento la zona y la rutina, gracias a la acción desmedida de un agente con las multas de la ORA. Al parecer un taxista que se encontraba parado en una zona de estacionamiento limitado ha sido el causante de la ‘furia’ de un agente, que le estaba pidiendo que moviera el coche de lugar.
En el momento álgido de la discusión, el agente camina hasta el frontal del coche y lo levanta en el aire, ante la mirada sorprendida e incrédula de los presentes. Una acción en busca de reacción… pero en este caso de los viandantes con esta cámara oculta.
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