El cuentakilómetros no se puede manipular
Uno de los puntos fundamentales a la hora de poner precio a un coche de segunda mano es el cuentakilómetros. Y por eso, muchos quieren hacer la trampa manipulándolo, para que parezca que el vehículo está en mejores condiciones.
Algunos negocios, no precisamente los más serios, están dispuestos a todo con tal de obtener mayores beneficios. Y por eso, aunque sea ilegal, algunos modifican el cuentakilómetros para obtener mayor rendimiento por el vehículo.
Más allá de la estafa
Pero en estos casos, no sólo hay que preocuparse porque los estafadores nos hayan sacado más dinero de la cuenta. Es que, además, se trata de un problema de seguridad.
Y es que los fabricantes diseñan y ponen en el mercado vehículos con unas necesidades de mantenimiento y servicio periódico, y éstos van en función de la antigüedad y el kilometraje.
Por lo tanto, si el propietario cree que su vehículo tiene menos kilómetros de los que realmente tiene, adaptará el mantenimiento del vehículo a lo que marca el cuentakilómetros. POndrá, así, en peligro tanto su seguridad como la del resto de automovilistas.
El cuentakilómetros en la ITV
Desde hace tiempo, precisamente para evitar estas estafas, se ha incluido la obligación de registrar el kilometraje en la ITV. Esta medida fue llevada a cabo a nivel europeo en 2012 y entró también en vigor en España el 1 de enero de 2014. Tanto es así, que en algunos países europeos, como Bélgica y Holanda, las autoridades han llegado a llevar a cabo inspecciones aleatorias en carretera con el fin de controlar el kilometraje.
Para evitar el fraude, también hay quien propone una posibilidad un poco más extrema. Así, se haría un registro centralizado del kilometraje del vehículo a lo largo de diferentes etapas. Se harían reportes de las lecturas de todos los que tengan contacto con el vehículo, incluyendo talleres y concesionarios.
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