Cada cierto tiempo nos encontramos con determinadas noticias que nos sorprenden más de la cuenta y éste es el caso de una de ellas. Una multa de velocidad a un conductor que no estaba presente en el escenario de la infracción y que para mayor comicidad su vehículo viajaba en el remolque de una grúa.
Las multas de tráfico que tan a la orden del día están, no permiten ni el menor descuido en los conductores y cuando parece que todo está en orden, siempre logran un camino para hacerse presentes y de nuevo sorprendernos. Esto es lo que se le debió pasar por la cabeza a un conductor de Reus cuando abrió la carta remitida por el Servei Català de Trànsit en donde se le notificaba una multa de tráfico por haber excedido los límites de velocidad, circulando a 91 km/h en un tramo limitado a 80 km/h.
Esta situación sería de lo más corriente, dado el afán recaudatorio existente y la creciente presencia de radares en las carreteras, si no fuera porque al vehículo multado lo remolcaba una grúa en el mismo momento de la supuesta infracción. Un hecho que ha puesto en evidencia el operar automático de los radares en las carreteras sin posibles comprobaciones que determinarían a tiempo este tipo de errores.
Radares que multan indistintamente
La noticia ha saltado a todos los medios, recalcando con humor la intención de multar de los radares, que por lo visto ya no se deja sin apuntar ni las más surreales situaciones. La sanción de 100 euros, convertida por sus características en totalmente mediática, no prosperará para alivio del conductor dentro de este ejemplo que muestra cómo un defecto tan grande no es visible para el radar, que sin pensar apunta, y automatiza la multa para la matrícula de un vehículo remolcado por una grúa.
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