En la actualidad se encuentran en trabajo conjunto el Ministerio de Justicia y Economía para llevar a cabo una propuesta que pretende endurecer el baremo acerca de los criterios que se siguen para obtener indemnizaciones tras un accidente de tráfico. La intención es de eliminar los beneficios ante los incidentes leves.
Con la intención, según esgrimen de «erradicar los fraudes» que se derivan de un accidente de tráfico y principalmente a consecuencia de las lesiones leves, los ministerios de Justicia y Economía están preparando una reforma que podría presentarse al Consejo de Ministros en unas semanas y que a buen seguro va a suscitar importantes polémicas. La idea es afianzar la resolución de los accidentes de tráfico de forma amistosa para «descongestionar juzgados y reducir de esta forma los posibles fraudes».
Con la revisión del sistema se aumentararían las indemnizaciones para casos graves pero la polémica reside en el endurecimiento de los criterios cuando se trate de lesiones leves y de esta forma combatir lo que a su juicio es uno de los principales motivos de fraude y que se refugia en la mayor parte de las situaciones en el denominado latigazo cervical.
Pruebas diagnósticas como comprobante
Una propuesta que supone el pago si las consecuencias son objetivables, comprobables, en las que se exigirán «pruebas diagnósticas para lesiones» que en muchos de estos casos no resultan de fácil demostración, tal como puede ocurrir con el ejemplo de los dolores cervicales. No será suficiente con que el paciente asegure tener un dolor y que éste venga ratificado por un médico, sino que harán falta pruebas diagnósticas que verifiquen ese dolor si se quiere obtener la indemnización.
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