Siempre tiene que haber un precedente y parece ser que ya ha caído. Un conductor de Pontevedra ha sido el primer detenido por alertar vía WhatsApp a otros usuarios de la presencia de radares o controles de alcoholemia en la carretera. El motivo de mayor peso, se debe a que podría haber difundido otros datos «sensibles» de los agentes.

Utilizar  los Medios Sociales para la difusión de controles y a modo de crítica es algo que está muy bien valorado en la actualidad. Una información que agradecen los conductores y que surge para plantar cara al ánimo recaudador. Sin embargo puede que a partir de ahora se vigile más minuciosamente lo que se difunde a través de estas plataformas sociales, así como lo relativo a los grupos de WhatsApp.

El hecho que ha supuesto la primera detención de una persona por alertar de los controles de tráfico, se debe a que se podría haber aportado más información de la debida como datos personales o identificativos de los agentes. Un mando de la Guardia Civil de A Coruña definía el problema matizando que «no se contentaba con informar únicamente en donde se ubicaban los operativos de control, sino que iba más allá de lo que suele ser habitual en estos grupos».

Rebasar esta línea que ha hecho que trasciendan datos personales, ha sido el detonante para que se produzca la primera detención. Una preocupación que se hace extensiva al resto, dado que la proliferación de comunidades en WhatsApp o en redes sociales como Facebook y Twitter está generando inquietudes en el instituto armado.

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