El invierno y sus bajas temperaturas tiene entre sus principales particularidades, ciertos riesgos en la conducción. Fenómenos como la lluvia, heladas y principalmente nieve en algunos puntos, pueden ser un problema para todo conductor que tiene que ir siempre bien provisto de los medios necesarios ante cualquier situación que se presente en la carretera.
El instrumento estrella y obligatorio si no se cuentan con neumáticos de invierno y nos encontramos con nieve o un temporal, durante estos meses de frío, son las cadenas para la nieve. Éstas aumentan el agarre del neumático sobre la nieve o hielo, evitando que se pueda patinar o derrapar mucho más eficientemente que cualquier otro sistema. Su utilización es temporal aunque completamente obligatoria y con amenaza de multas de tráfico, si no se instalan en estas situaciones de tráfico complicadas.
¿Cómo colocar las cadenas?
Su colocación más sencilla de lo que se cree, resulta uno de los principales miedos de muchos conductores, más por desconocimiento que por intentarlo, así como los diferentes tipos que se pueden encontrar en el mercado. De esta forma y atendiendo a diferentes necesidades y estilos del vehículo podremos ver: cadenas tradicionales de eslabones de acero (el estilo más conocido y utilizado), cadena textil (suelen emplearse en uso ocasional y se trata básicamente de una funda de lona para el neumático), cadena compuesta o tipo red (funcionan muy bien sobre nieve o hielo, y son similares a la cadena textil) y por último la cadena tipo araña o semi-automática que son las más caras con diferencia(aproximadamente 400 euros).
Con estas opciones en el mercado, no debe existir ningún temor a los desplazamientos en carretera, teniendo siempre en cuenta la prudencia por bandera y que si se está en una zona que obliga por su geografía a utilizar durante la temporada invernal repetidamente las cadenas, se podrá plantear por comodidad, la utilización de los neumáticos de invierno que ofrecen un mayor agarre en superficies.
Recent Comments