La responsabilidad de llevar un vehículo es completamente del conductor. Sin embargo la presencia del copiloto es importante no sólo por la compañía y en ocasiones seguridad que ofrece, sino porque un mal comportamiento de éste puede inducir a multas de tráfico. En esta ocasión vamos a hacer referencia a las sanciones dirigidas a los copilotos.

Conducir sin casco es una infracción que no es desconocida ni extraña, aunque todavía existan muchos casos y elevadas cifras que demuestren lo contrario. Detrás de esta multa de tráfico, existen ciertas particularidades como en lo relativo a su notificación que siempre se hará de manera inmediata. Esto se hace principalmente por preservar la seguridad tanto del conductor como del copiloto en caso de que éste sea el que no porte el casco homologado. Así, si un agente de la autoridad se topa con una situación como la relatada, solicitará siempre la detención de la motocicleta e impondrá la sanción administrativa correspondiente.

Los casos en los que no se podrá dar en el acto, tienen su cabida en si la infracción es detectada por un helicóptero o un radar de tráfico, en donde la multa será enviada al domicilio del denunciado actuando a través de la Dirección Electrónica Vial, sistema electrónico de la Dirección General de Tráfico (DGT). Como cualquier multa de tráfico tendrá que incluir los datos básicos de fecha, hora, matrícula, lugar y motivo de la infracción.

Centrándonos en los copilotos o pasajeros, estos tendrán siempre que llevar el casco homologado aunque ellos no conduzcan. En caso de no hacerlo, la multa de tráfico recaerá para el conductor, el responsable, tal como recoge el Texto articulado de la Ley Sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.

Multas de tráfico con pérdida de puntos

Conducir sin casco homologado es una infracción grave que cuesta una multa de tráfico de 200 euros además de la posibilidad de pérdida de 3 puntos del carnet de conducir aunque sea el copiloto el que no lo lleve. Un riesgo que se queda pequeño si se compara con que el uso de casco puede determinar en un momento puntual el límite entre la vida y muerte en caso de accidente.