La posibilidad puesta sobre la mesa de que los autobuses con cinturones de seguridad puedan ir más rápido que los que no los lleven, ha provocado el enfado de las víctimas de accidentes con la Dirección General de Tráfico (DGT). Una medida que a su juicio es una irresponsabilidad y una falta total de inversión para dotar a todos los autobuses de cinturón.
Consideran que no tiene que haber «excepciones» y que lejos de «premiar con más velocidad» a los autobuses que cuentan con ellos, se tiene que apostar y fomentar la renovación de los que carecen del cinturón de seguridad. Por su parte Tráfico ha adelantado esta propuesta como una medida que sirva para contribuir a la renovación de las flotas de autobuses.
Desde un principio la Asociación de víctimas de accidentes se ha mostrado muy crítica con cualquier intención que implique aumentar los límites de velocidad considerando que esto «sólo empeorará las circunstancias actuales» y que la propuesta de ahora con los autobuses, es una manera de utilizar el factor velocidad para premiar a unos y otros.
Utilizar la velocidad como moneda de cambio
En esta ocasión y utilizando el cinturón de seguridad como elemento de distinción para que unos autobuses puedan ir a más o menos velocidad, desde la Asociación lo critican duramente con la intención de que se tenga en cuenta el delicado momento de siniestralidad que se vive y la necesidad de invertir dinero y esfuerzo en dotar de seguridad a todos los vehículos sin excepción y sin utilizar la moneda de cambio de la velocidad.
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