Que una localidad mas o menos pequeña como la de Eibar ponga al año un total de entre 6.000 y 8.000 multas de tráfico llama la atención. Según leemos en El Correo, si lo comparamos con su vecina Ermua, la diferencia es más que notable, ya que en ésta el año pasado se pusieron 2.274 multas, a pesar de que Ermua sea más pequeña que Eibar.
El jefe de policía de Eibar advierte que «las multas más caras que se han extendido han sido por hablar por el móvil o pasar un semáforo en rojo. Después están las más habituales, que son parar en carga y descarga, en parada de autobús o incluso en un paso de cebra». Algo que se puede extender a todas las ciudades españolas, seguramente.
Los ciudadanos de Eibar están un tanto cabreados, además de por la diferencia en el número de multas que se ponen en Ermua con las que ponen en su localidad, porque allí son más baratas. Pero, ¿cómo puede ser? Ocurre, como recuerda José Antonio Fernández en declaraciones al periódico vasco, porque «la ley deja la posibilidad de que las sanciones de carácter leve se regulen mediante una ordenanza municipal».
Por supuesto, nada que ver con otros radares activos en nuestro país y que, como ya te contábamos, merecen un plus de productividad.
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