Los cambios en el nuevo Reglamento General de Circulación son los protagonistas del nuevo año y con ello diversos puntos que pasarán en estos meses a ser más o menos relevantes según lo que ahora marca la ley. Entre las nuevas prioridades de Tráfico, se encuentran los controles de drogas que se vuelven claves en las carreteras.
El consumo de drogas al volante se ha convertido en una de las grandes preocupaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT) y no es para menos dado que se sabe que 12 de cada 100 conductores va bebido o drogado al volante. Es por ello que de cara a este nuevo año se ha colocado a este punto a la cabeza de las prioridades y de actuaciones que se realizarán en las carreteras a través de la forma de detección en saliva.
Desde Tráfico quieren ahora centrar sus esfuerzos en una causa que cada vez les preocupa más, tal como en su día hicieron con la ingesta de alcohol y conducción. Precisamente consideran que este problema se ha agravado en el tiempo porque su esfuerzo se centró en campañas y controles contra el alcohol, mientras la sociedad relativizaba y hasta se acostumbraba al factor drogas.
Los cambios más notables de Tráfico
Sin embargo éste no será el único cambio que experimenten los conductores en esta nueva etapa. Con la actualización del Reglamento, se obligará el uso del cinturón de seguridad sin excepciones y para todas las maniobras incluyendo a taxistas, profesores de autoescuela y repartidores. También la obligación del casco para los ciclistas menores de 16 años en ciudades y la prohibición de que estos superen los 30 km/h. A esto se le añade el aumento a 130 km/h en tramos concretos de autovías, reduciéndose de 100 a 90 km/h en vías convencionales y alcanzando como máximo los 30 km/h en vías con un sólo carril en las ciudades.
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