Siguiendo el lema de ‘renovarse o morir’, los ‘gorrillas’ de Madrid han abierto nuevas miras a su ‘negocio’. Buscar aparcamiento y dar las indicaciones precisas a los conductores ya no es lo único de lo que se encargan si quieren obtener algo de dinero a cambio. Ahora se han trasladado a las zonas de parquímetros donde han adoptado otros roles con el fin de hacer prosperar lo que ellos consideran como un trabajo.

Por este motivo y obligados por la crisis, los aparcacoches ilegales se han desplazado a la zona SER de distintos puntos de Madrid, donde ofrecen un nuevo servicio además de los acostumbrados habitualmente. En este emplazamiento, los ‘gorrillas’ se ofrecen a cambiar el ticket de los coches cuando se va a exceder el tiempo límite marcado por el parquímetro, o también se encargan de avisar a los conductores más despistados si el controlador del SER se acerca para poner una multa en caso de no tener el justificante en una zona visible del vehículo.

Del mismo modo y lejos de lo acostumbrado, también es interesante observar que ha cambiado el perfil de estos aparcacoches ilegales. Si bien por lo general estos ‘gorrillas’ eran personas que procedían del este o jóvenes africanos, ahora el perfil también lo ocupan españoles. La crisis como principal motivo de estos cambios ha hecho que muchos jubilados y desempleados se inicien en esta práctica que siempre ha venido perseguida de mala fama aunque haya habido recientemente en Sevilla un episodio que demuestra lo contrario.

Al ser un tema que ha despertado especialmente nuestra curiosidad, os animamos a que participéis con nosotros en nuestra encuesta, ¿dejaríais vosotros las llaves a un aparcacoches ilegal para escapar de una multa?

 

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