Desde el Ayuntamiento de Madrid buscan con este cambio de color de los vehículos de policía, que estos cuenten con una mayor visibilidad a través de la combinación de blancos y amarillos. Una idea que no ha sentado nada bien a los agentes, que en estos meses tratarán de que no llegue a ser efectiva.
Los coches de la policía de Madrid se han convertido en protagonistas de una inesperada polémica al anunciar su alcaldesa, Manuela Carmena , la intención de un cambio de color de los vehículos. Con el objetivo de que «se vean mejor», se pasaría a sustituir la acostumbrada combinación de blanco y azul, para hacerlo por la opción mucho menos discreta de blancos y amarillos.
Los policías representados por los sindicatos, no han tardado en pronunciarse respecto a esta futura intención a la que también se le pone una posible fecha, mediados de diciembre, para que los renovados coches patrulla entren en funcionamiento.
Policías más desprotegidos
Desde su punto de vista, el cambio les deja a ellos desprotegidos, siendo más visibles y eso supone a su juicio, una forma de alerta para que actúen con antelación los delincuentes. Una postura que choca radicalmente con la de Carmena y su equipo, que ven en este cambio de color, una mejoría de la imagen en todos los sentidos del cuerpo de Policía. Una queja que se suma a la de la aceptación y extención de las redes sociales como avisadoras de radares y que también critican por restarles, a su opinión, seguridad. Una polémica que no ha hecho nada más que empezar…
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