Son muchos los elementos que pueden mejorar nuestro nivel de seguridad en el vehículo; algunos dependen de nosotros y otros no, pero son todos fundamentales para evitar sufrir accidentes o provocarlos. Os explicamos la diferencia:
Seguridad activa:
Son los elementos que pueden ayudar a prevenir un accidente. Con su correcto uso y mantenimiento, reduciremos enormemente las posibilidades de que esto ocurra.
El sistema de frenado es, inevitablemente, uno de ellos, puesto que evitará muchos sustos al volante. Entre los mejores se encuentran los sistemas de frenado antibloqueo (ABS) que reducen la distancia de frenado. El sistema de suspensión también juega un papel crucial, así como el sistema de dirección; ambos tienen la función de darle estabilidad al vehículo. La misma utilidad tienen los sitemas de control de estabilidad, que evitan el vuelco en caso de pérdida de control del vehículo.
Indudablemente, unos buenos neumáticos son imprescindibles, puesto que son el único punto de contacto entre el vehículo y el suelo. Aunque no sean baratos, siempre es una buena inversión, ya que es preciso que proporcionen un buen agarre, especialemente cuando las condiciones climatológicas son adversas.
Finalmente, también juega un papel fundamental la iluminación. No sólo debemos ver bien, sino asegurarnos de que somos vistos en todo momento.
Seguridad pasiva:
En caso de accidente, estos serán los elementos que deberán reducir los daños en la medida de lo posible.
Los cinturones de seguridad evitan cada año nada menos que 12.000 muertes. Y es que hacen que los cuerpos no salgan despedidos, al mismo tiempo que permiten una conducción cómoda. Pero para que funcionen al máximo rendimiento, deben hacerlo junto con los airbags, encargados de evitar que los pasajeros choquen con alguna parte del vehículo.
La carrocería, los cristales y los reposacabezas también juegan un papel muy importante salvaguardando nuestras vidas, ya que protegen nuestro cuerpo y evitan males mayores.
Tanto las medidas de seguridad activa como las de seguridad pasiva están, al final, en nuestra mano. La correcta utilización de todos ellos hará que la experiencia de conducir sea mucho más segura, no sólo para nosotros, sino también para los demás viajeros.
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