Seguros: Los hombres jóvenes, los que peor aparcan

UNESPA ha elaborado un informe sobre los siniestros, y la relación que estos guardan con el conductor. Entre las conclusiones extraidas, está la de los que peor aparcan: los hombres jóvenes con poca experiencia.

La  pericia  en  el  aparcamiento de  los  vehículos es  un  tema  de  conversación  recurrente entre la gente. El seguro ofrece la oportunidad de discernir qué tipo de conductores, en base a su sexo, su  edad y  su  experiencia  al  volante,  son  los  más  habilidosos  a  la  hora  de  estacionar.

En concreto, lo  puede  hacer  midiendo los  incidentes  que  se  presentan  en  la  cobertura de  daños propios del seguro de automóviles. Es decir, a través de los datos de los popularmente conocidos como seguros a todo riesgo.

Un  estudio  recién  elaborado  por  UNESPA y  que  aparecerá en  la Memoria social  del  seguro  2015 que sale a la luz el próximo junio, concluye que los conductores que tienden a sufrir más accidentes sin  contrario y  de  mayor  gravedad son  los  varones jóvenes y  con  menos  experiencia.

Bajo  esta tipología de  siniestros se  encuentran, en esencia, los golpes  contra columnas en los garajes y las colisiones contra los bolardos que demarcan las aceras en la vía pública.

Un elemento que hay que tener en mente como punto de partida en el análisis de la pericia en el aparcamiento es el diseño de las pólizas de motor. Todo vehículo debe estar cubierto por un seguro de  responsabilidad  civil,  de  forma  que  pueda  compensar  los  daños  que  cause  a  terceros  en  un accidente  de  tráfico.  Desde  un golpe  de  chapa  a  un atropello.  Esta  protección  se  conoce popularmente como seguros a terceros.

Por encima se pueden añadir con carácter voluntario otro tipo de coberturas como son la asistencia en carretera, lunas, robo, incendio, etcétera. La protección más completa para el vehículo termina abarcando los daños propios y da derecho a solicitar la reparación de los perjuicios que haya sufrido un vehículo a causa de un siniestro cuando no hay un tercero culpable conocido.

Al contratarla, el conductor determina si adquiere la protección de daños propios con o sin franquicia.

Seguros más contratados

El análisis elaborado por UNESPA revela que casi un 27% de los 29,1 millones de vehículos de todo tipo que circulan por España cuenta con cobertura de todo riesgo. Este porcentaje incluye tanto los que tienen franquicia como los que carecen de ella.

Al entrar en el detalle de las pólizas que incluyen la cobertura de daños propios se descubre que un 70% de los titulares son hombres y el 30% restante, mujeres. Cuando se miden los siniestros que padecen  unos  y  otras,  se  observa  que  ese  reparto se  mantiene  prácticamente  inalterado.

En  un primer término, pues, no parece haber grandes discrepancias entre estas magnitudes.Un dato que merece la pena destacar es que las mujeres son más propensas a contratar seguros a todo riesgo que los hombres. En los seguros obligatorio de responsabilidad civil, ellas constituyen el 25% de los asegurados. Sin embargo, como se ha mencionado antes, su porcentaje sube hasta el 30% en el todo riesgo. Este hecho se debe a que las conductoras suelen residir y circular por grandes núcleos urbanos, donde es más habitual ampliar las coberturas que en las pequeñas poblaciones.

Otro factor que llama la atención es la clara tendencia hacia el equilibrio que hay entre uno y otro sexo  a  la  hora  de  contratar  la  cobertura  a  todo  riesgo.  Entre  las  cohortes  más  jóvenes  de conductores, la relación es de un 43,8% de aseguradas y otro 56,2% de asegurados. En comparación los asegurados a todo riesgo mayores de 65 años son, en su abrumadora mayoría, hombres (84%).

El hecho de que la presencia de las mujeres en los siniestros sea muy similar a su peso en el conjunto de los asegurados sugiere que la probabilidad de siniestro sea, igualmente, pareja entre ellos y ellas. Pero un  vistazo  a los  datos  por  tramos  de  edad  permite realizar  un  análisis  más  preciso  y  arroja otras conclusiones.

Cuando se analizan los datos por cohortes de edad se vislumbra con claridad que los conductores noveles, tanto hombres como mujeres, son los más proclives a darse un golpe contra una columna o un bolardo al aparcar. Superada la inexperiencia inicial, la propensión a la siniestralidad de ellas se modera notablemente mientras que la de los varones vuelve a crecer y se mantiene siempre por encima  de  la  de  las  mujeres  hasta  llegada  la  década  de los  cuarenta.

Los  peores  conductores aparcando son, con claridad, los hombres de entre 18 y 40 años.

Más adelante, una vez pasados los 60 años de edad, las habilidades tanto de conductores como de conductoras  vuelven  a  empeorar.  Este  proceso  es fruto  de  la  pérdida  de  aptitudes  psicofísicas ocasionada por la edad.

Además de la propensión a darse golpes, el estudio que aparecerá en la Memoria social del seguro 2015 analiza la gravedad de las colisiones acaecidas aparcando en calles y garajes. Aquí, de nuevo, la conclusión es que los jóvenes varones son los conductores más torpes al volante. No sólo se dan más golpes, sino que sus colisiones son más fuertes y causan desperfectos más caros de reparar. Esta situación se estabiliza en torno a los 28 años –una vez alcanzados los 10 años de experiencia con el carnet de conducir–, momento en el que hombres y mujeres padecen siniestros de gravedad prácticamente idéntica.

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