Las primeras pinceladas previstas como uno de los motores de vigilancia de Tráfico para el 2016, las encontramos en los controles de drogas entre los conductores. Su objetivo se centra en sacar de la circulación a todos aquéllos que combinen el consumo de drogas con la conducción simultánea.
La Dirección General de Tráfico (DGT), ha dado sus primeras pistas de lo que va a suponer su esfuerzo de vigilancia para el año 2016. Entre sus principales objetivos se encuentra una reducción drástica de los accidentes de tráfico, derivados de la conducción bajo el consumo de los efectos de alcohol y drogas. Para ello, se le hace frente de una forma más directa y radical a la batalla del consumo, con más de 120.000 controles a los conductores en todo tipo de carreteras este año.
Estas cifras suponen un 38% más de vigilancia y controles, respecto al realizado en 2015 y viene justificado con los datos que a lo largo de estos meses se han testado en nuestras vías. El año pasado un 21% de las pruebas realizadas a conductores implicados en accidentes, dieron positivo, tanto en la prueba de alcohol como de drogas.Unos datos que han sido los responsables directos para que se tomen medidas más excepcionales en este nuevo periodo.
Controles de tráfico sin discriminación
Este récord de controles y pruebas se dirigirá no sólo a los conductores involucrados en algún tipo de accidente, sino que también es la intención de que se hagan extensivos para aquéllos que cometan infracciones, afectando también a los peatones. Una actuación para la que Tráfico cuenta con un presupuesto de 12 millones de euros a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, que se desglosará en nuevos kit de drogas, material complementario, así como el servicio de laboratorio para análisis de las pruebas.
No habrá multas por drogas sin pruebas posteriores de laboratorio
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